sábado, 18 de abril de 2015

¡¡¡¡PASTEL VASCO!!!!





¡¡¡¡¡PASTEL VASCO!!!!







Mirar que rico pastel!!. Ya hace mucho tiempo que andaba de tras de el, sabia que estaba muy rico, lo he visto en el país Vasco, en los escaparates de las pastelerías. Pero nunca lo había probado.
He estado unos días en Eibar con mi hijo y mi nuera, y lo he visto en varias pastelerías, y como ayer fue el cumple de mi hijo...pensé ahora o nunca. También recordé que hace ya días en el blog de un estupendo repostero lo había visto y me he puesto esta mañana con el, ya que hoy era la celebración.
Tengo que decir que me ha encantado y que el blog que os propongo es este. No hemos dejado nada, solo que yo lo he hecho un poco más grande porque eramos bastantes a comer, y que quizás mi horno es algo más fuerte, ya que en el mismo tiempo a mi se me ha tostado por debajo; También que al no rozar la capa de masa superior con la crema, al contacto con el calor se ha hundido un poco, pero de verdad tengo que decir que estaba muy buena, es un pastel muy fino, y no lleva bizcocho, es una masa de galleta que esta deliciosa, tiene textura harinosa y no es nada empalagosa.
Por lo visto hace tiempo esta receta se combinaba con frutas, cerezas negras, o manzanas caramelizadas, pero con el tiempo esta que os pongo es la que se vende en las pastelerías, aunque si os gusta podéis ponerle estas frutas que os propone Luis Olmedo, del blog que os he comentado. Ahora os dejo con la receta.




Ingredientes: Un aro o molde desmoldable de 10 cm de diametro ) el mio era de 18 cm de diámetro.

 Horno precalentado a 170 grados

Para la masa.
  • 300 gr de harina de repostería
  • 200 gr de mantequilla en pomada sin sal
  • 150 gr de azúcar en polvo ( glass )
  • 7 gr de levadura química
  • 65 gr de huevo ( sin cascara ) 
  • 40 gr de yemas
  • Una pizca de sal
  • 1 yema extra para pincelar el pastel

Ingredientes para la crema pastelera.
  • 1 litro de leche entera
  • 9 yemas de huevo
  • 150 gr de azúcar ( si os gusta más dulce ponéis 160 gr )
  • 120 gr de maicena
  • 1 cucharada de vainilla en pasta
  •  ralladura de 1 limón grande




Preparación. 1º la crema pastelera.

 En un bol ponemos las yemas, el azúcar, la maicena, y 100 gr de la leche, con una varilla mezclamos bien hasta que no tengamos ningún grumo.

En un cazo ponemos el resto de la leche ( 900 gr ), con la vainilla y dejamos calentar sin que llegue a hervir. Cuando veamos que ya esta caliente, la agregamos a la crema de yemas, removemos muy bien con la varilla, la volvemos a poner dentro del cazo y a fuego medio, hasta que empiece a espesar. No podemos dejar de mover ya que enseguida se agarra, para que no se hagan grumos y se quede muy fina, cuando haya cocido unos minutos para así quitar el sabor a crudo, la ponemos en un recipiente a enfriar. Ponemos papel transparente pegado a la crema para que no salga costra y dejamos enfriar.

La masa.
1º echamos en la amasadora la harina, la sal ( un pellizco bueno ), la levadura y mezclamos bien con el accesorio pala.

Ponemos todos los ingredientes que quedan menos la raspadura de limón. La mantequilla en pomada, el huevo, las yemas, el azúcar glasé y amasamos muy poco, lo justo para que se integren todos los ingredientes. ( es muy importante no amasar  mucho, ese es su secreto, la masa no quedaría bien y se deformaría su elaboración).




Hacemos dos bolas, una de 450 gr y la otra de 250 gr. colocamos cada una entre dos hojas de papel de horno y extendemos con el rodillo dejando un grosor de 4 mm aprox. Las metemos a la nevera durante 30 minutos a 1 hora.

Forramos el aro con la mayor, que estará encima de un papel de horneado que ya tendremos colocado en la bandeja del horno. Procuraremos poner el aro lo mas al filo de la masa, así nos quedara para poner por las paredes, procuramos que los cortes de las paredes sean del mismo tamaño que las del aro, y procuramos que rebosen un poco hacia afuera, sellamos bien las paredes, y si nos falta masa, sacamos la otra plancha de la nevera y cortamos lo que nos sobre después de dejar lo justo para la tapa de encima.

Echamos la crema pastelera dentro y ponemos la raspadura de limón por encima, pintamos con la yema de huevo batida los bordes que hemos sacado hacia fuera. Colocamos la tapa de masa superior sobre el pastel, poniendo papel de horno encima y cortamos con el rodillo.

Metemos en la nevera mientras el horno se calienta a 170 grados.

Cuando el horno este caliente, sacamos de la nevera el pastel, lo pincelamos con yema por encima. Realizamos los dibujos transversales con el extremo de un tenedor, ( por la parte de abajo y teniendo cuidado de no romper la masa ). Con una brocheta pinchamos el pastel para dejar salir el vapor durante la cocción. Horneamos unos 55 minutos.




Sacamos del horno y dejamos enfriar, según se enfría el pastel se va asentando y ya coge cuerpo.

NOTA. Tener cuidado al poner la tapa de arriba que quede todo lo pegada que se pueda a la crema, si no al tocar el calor y estar hueca por debajo, esta se hunde hasta tocar la crema y no queda lisa por encima. Eso me ha pasado a mi, pero ha quedado un pastel muy rustico jejejejeje.

Bueno pues esto es todo, es muy fácil, solo es el momento de forrado que yo lo hice en unos minutos. Primero puse el aro en la masa pequeña, para marcar lo que me sobraba y así utilizarla para las paredes. Después puse la masa grande en el filo de ella y apreté hasta llegar abajo ( ya tenemos la base puesta ), con lo que me sobró empecé a forrar las paredes y sellarlas, teniendo en cuenta la altura del aro que no debe ser muy alto, de unos 3´5 cm más o menos, ya que hay que dejarlas sobresalir un poco.
 La masa se maneja de maravilla al sacarla de la nevera.







Nada más por hoy. Buenas noches, muchos besos y hasta siempre.

                                                 ISA